17 febrero 2015




en ocasiones ocurre que ando carente,
pobre en palabras;
como si gestara alguna idea
apenas definida,
y parecen balines que cruzan 
inalcanzables
mi campo visual

entonces sucede que varía el enfoque
y todas ellas, 
las palabras sometidas,
se agolpan torpemente
en mi cabeza que, 
falta de práctica, 
se prepara para lo que se viene

mis dedos se estiran y ávidos 
los ojos buscan un espacio
en blanco, disponible,
por si ocurre presuroso
el proceso
no me sorprenda desprovista 
de recursos

las palabras se ordenan
sin esfuerzo apenas
como si la poesía 
emanara de mí
creando una trama dispuesta
en sentido 
vertical

como si mi naturaleza fuera esa, 
acaso mi función primera
como si el espacio
en blanco 
fuera mi lugar 
en el mundo, el sentido 
de mi existir

la poesía me abraza y me sigue
solidaria, 
acata el contoneo de mis convicciones,
mi caótico parecer
y qué otra cosa podría hacer, pues
sino escribir
las palabras que me nacen

qué mejor cosa podría hacer
sino liberarlas,
pues se ciñen 
a un pasado remanente, 
que está lejos y ya no duele.
las letras que me habitan
nunca son en vano