Hoy puede ser el día que tú quieras. Es decir, puedes levantarte y mirar por la ventana y estar viendo un cielo azul, azul eléctrico, azul de verano, y pensar que todo merece la pena. O pensar que es demasiado temprano como para que empiece la rutina diaria y que además hace muchísimo frío y sólo te apetece meterte en la cama con el edredón hasta la cabeza. O puedes estar sentada, en una clase de cualquier asignatura tachada de coñazo total y pensar en que eso no es lo tuyo y que mejor marcharse de allí e irse al bar de enfrente a tomarse un par de cañas. Muchas veces paso por el kiosko que está de esquina en la avenida grande y pienso en comprarme un periódico, que luego me quejo de que no sé nada del mundo.
Puedes elegir si hacer café o no por la mañana, si echarle dos o reducir a una cucharada la dosis de azúcar porque el médico te ha dicho que no es buena para. También queda en ti el hecho de si empezar a dejar el tabaco con el cigarro de camino a la facultad. Pero siempre me decían que si quería dejarlo, que lo hiciera de raíz, que es una tontería fumar uno o dos cigarros menos. Yo qué sé, nos vamos a morir igualmente, ¿sabes?. Anoche me volví a asustar porque el bulto del pecho izquierdo que me descubrieron hace unos meses ha vuelto a crecer, y duele. No puedo elegir si asustarme o no porque pensando racionalmente, no puede ser bueno tener un bulto en el pecho,¿no?. Yo qué sé, yo es que todo lo relaciono con el tabaco y siempre creo que me estoy muriendo. Acabo de ver una foto de hace unos años en la que aparecen unas amigas, llevan ambas un jersey de color azul que siempre me ha encantado. Yo no me lo compré porque lo tenía casi todo el mundo y siempre me ha gustado ser un poco más original. Creo que me compraré uno ahora, ya que ha pasado de moda. Lo cierto es que me gustaba mucho.
Hoy, y desde hace un par de días, no puedo dejar de pensar en situaciones cotidianas en las que te veo a ti realizando diversas tareas. Imaginé qué cara tendrías de recién levantada, aunque ya me la conozca (pero es diferente porque aquella mañana no tenías que trabajar y nos quedamos en la cama un rato muy largo).
Se me han pausado las ganas de escribir.
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