en ocasiones ocurre que ando carente, pobre en palabras; como si gestara alguna idea apenas definida, y parecen balines que cruzan inalcanzables mi campo visual entonces sucede que varía el enfoque y todas ellas, las palabras sometidas, se agolpan torpemente en mi cabeza que, falta de práctica, se prepara para lo que se viene mis dedos se estiran y ávidos los ojos buscan un espacio en blanco, disponible, por si ocurre presuroso el proceso no me sorprenda desprovista de recursos las palabras se ordenan sin esfuerzo apenas como si la poesía emanara de mí creando una trama dispuesta en sentido vertical como si mi naturaleza fuera esa, acaso mi función primera como si el espacio en blanco fuera mi lugar en el mundo, el sentido de mi existir la poesía me abraza y me sigue solidaria, acata el contoneo de mis convicciones, mi caótico parecer y qué otra cosa podría hacer, pues sino escribir las palabras que me nacen qué mejor cosa podría hacer sino liberarlas, pues se ciñen a un pasado remanente, que está lejos y ya no duele. las letras que me habitan nunca son en vano