21 diciembre 2010


Sé que pensarás que estoy loca y todo eso o que me estoy obsesionando o lo que quieras. Pero tienes que entender que me aburría demasiado como para no pensar en ti cada x tiempo, aunque fuese consciente de que lo moralmente correcto era obligarme a no hacerlo. Mira que lo intentaba, pero la parte de mí que no esperaba nada más que 'una semana genial contigo porque te ha dado el arrebato y querías hacerte querer pero ya se te ha pasado' la ha absorbido la parte de: no espero nada de ti, pero por impulso me sale ansiar que vengas a seguirme el rollo, a seguir alimentando aquello que fuera que comenzaste a crear en mi boca del estómago. 'Es bonito sentir mariposas otra vez, aunque sólo duren días, una semana o un mes. Y te olvides. Pero es tan bonito como necesario'. Creo que tengo que decirte todo esto porque digamos que parece que está todo esparcido en el aire y yo necesito cerrar etapas. Digamos. Y no quería pensarte más canciones que tú a mí al día. Y me estaba odiando muchísimo por ello. Yo qué sé, me gustaba un montón, no sabes cuánto, verte ahí con las piernas cruzadas y sentada sobre uno de tus pies, en el filo mi cama. Y joder qué puto coraje me entraba por no poderte dar un golpe en la cabeza y decir te odio. Ahora, ya obvio, no eres nada. (¿O sí?). Pero me da rabia pensar que para cuando a ti te dé por volver a buscar calor en la almohada a la que yo me abrazo cada noche desde que no estás, ya no nos quedarán las ganas, si acaso. Y no es que estuviera buscando un pretexto para que te quedaras. Sólo que por más que lo buscaba, no conseguía encontrar un motivo suficientemente convincente como para tener la fuerza de voluntad de agarrarme a las exuberantes ganas de no querer tenerlas más. Y no es culpa mía si llevo una vida buscándote y cuando estoy a sólo dos años luz de alcanzarte te desvaneces. Maldita inercia de ir siempre a agarrarme al vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario